El proyecto consiste en la reforma de una vivienda en el barrio del Pilar. Destaca el trabajo con el suelo de cemento que unifica toda la vivienda, salpicado por los detalles vistos de la estructura, que se han pintado en blanco y los antiguos muros de ladrillo que han quedado expuestos. Estos, marcan el contraste de los colores tierra con la pulcritud de los blancos que bañan toda la vivienda, los cuales se van transformando según las necesidades de su cliente a través de la colorida iluminación programable oculta en las candilejas.